Virus que se
vuelven antivirus.
El
abuso de los antibióticos, y hasta su mero uso reglamentario en los hospitales,
están generando una epidemia de bacterias resistentes a esos mismos fármacos
vitales. La Big pharma se emplea a fondo para desarrollar nuevos antibióticos
que maten a las bacterias resistentes a todos los anteriores, pero esa es una
carrera muy difícil de ganar, porque la naturaleza no solo es más sabia, sino
también más rápida que los farmacólogos. Una idea rompedora se abre camino:
utilizar fagos (virus bacteriófagos, o que atacan a las bacterias) contra los
microbios que han aprendido a chulear a nuestros fármacos. Si no puedes vencer
al enemigo…
Javier
Jáimez Jiménez
Francisco
Javier Alba Caballero 3º A
Un paso más cerca de la célula nerviosa artificial:
La
primera célula nerviosa artificial que puede
comunicarse con neuronas del cuerpo usando neurotransmisores está siendo desarrollada por
científicos en el Instituto Karolinska y la Universidad Linkoping de Suecia.
Los científicos quieren desarrollar una pequeña unidad que podrá ser implantada en el cuerpo y liberar neurotransmisores para tratar pacientes. Los proyectos actuales apuntan a curar o aliviar condiciones como sordera, epilepsia y Parkinson.
Los científicos quieren desarrollar una pequeña unidad que podrá ser implantada en el cuerpo y liberar neurotransmisores para tratar pacientes. Los proyectos actuales apuntan a curar o aliviar condiciones como sordera, epilepsia y Parkinson.
Nerea
Ortiz Cano
Computadora aprende
el lenguaje de signos mirando la televisión:
No
solo los humanos pueden aprender mirando la TV.
Una computadora en el Reino Unido aprendió
las bases del lenguaje de signos mirando programas que, además de tal lenguaje,
están subtitulados.
La máquina aprendió 165 signos, sustantivos y adjetivos, en 10 horas de observación.
La máquina aprendió 165 signos, sustantivos y adjetivos, en 10 horas de observación.
María
Campaña
Un
estudio avala que los mejores espermatozoides son los primeros
El
hallazgo permitirá mejorar el éxito en las técnicas de reproducción asistida
De
acuerdo con el estudio, el semen expulsado en la fase inicial es el que tiene
como objeto principal fecundar el óvulo. Es rico en espermatozoides, que
también presentan una mayor movilidad, así como en ácido cítrico, magnesio,
fosfatasa ácida y zinc, componentes que ejercen un efecto protector y que
permiten una mejor conservación del ADN.
Por
contra, el líquido seminal de la segunda acometida contiene elementos que
pueden causar daños a los espermatozoides. Está compuesta por secreciones de
las vesículas seminales, ricas en especies reactivas de oxígeno, que tienen un
impacto negativo en la concepción. «Pueden tener un efecto deletéreo sobre la
población de espermatozoides», apunta María Hebbles, codirectora del
laboratorio Ginemed.
Es
una estrategia reproductiva producto de miles de años de evolución que se
activa para que ningún espermatozoide de otro varón tenga la oportunidad de
fecundar a la misma mujer.
«Como
esperábamos, los espermatozoides de la primera fase del eyaculado eran superiores
en movilidad y recuento y, lo más importante, tenían una integridad del ADN
superior a los espermatozoides de la segunda fase», constata Hebles.
El
semen expulsado comprende también la denominada fase preevaluatoria. Aunque
todavía no existen estudios definitivos al respecto, los científicos creen que
esta etapa preseminal no contiene espermatozoides. Es una secreción incolora de
las glándulas de Cowper que se expele para minimizar la acidez de la uretra.
La
investigación se llevó a cabo con la colaboración de cuarenta participantes, a
los que se le recogió el semen de forma fraccionada en dos botes. De este modo
se separó la primera y la segunda fase, lo que permitió a los científicos
analizar y estudiar las características de los espermatozoides de cada una de
ellas.
En
vista de estos resultados, los expertos proponen ahora que el semen que se
utiliza en los procesos de reproducción asistida se recoja de forma
fraccionada.
Abraham
Córdoba
Un
brazo robótico movido por la mente de un tetrapléjico.
Imagine
un mundo donde su smartphone sea capaz de leer su
mente. Que justo cuando usted decide mover un dedo para borrar un mensaje, el
móvil ya se ha adelantado. Aunque parece un imposible, Erik Sorto, un
californiano de 34 años, lo ha comprobado por sí mismo. Cuando tenía 21, por
culpa de una herida de bala, se quedó tetrapléjico. Lleva
13 años paralizado de cuello hacia abajo y ahora, un grupo de
científicos ha logrado que pueda mover un brazo robótico sólo pensando en ello
y utilizando su imaginación.
De
forma voluntaria, Erik se sometió a una cirugía
experimental en el Hospital Keck de USC el 17 de abril de 2013. Tal y
como relata un artículo que publica esta semana la revista Science, en unas
cinco horas, los cirujanos le implantaron dos
conjuntos de microelectrodos (elaborados por la Universidad de Utah) en
el cerebro, con el objetivo de registrar pulsos de electricidad de las neuronas
cerebrales (a través de casi 100 puntos de contacto) con los que poder movilizar
un brazo biónico externo, situado a su lado.
A
diferencia de otros ensayos con pacientes amputados y con parálisis cerebral,
en lugar de realizar los implantes en las áreas motoras, responsables directas
del movimiento, los autores de la intervención los
colocaron en la corteza parietal posterior, una zona relacionada con los
procesos de planificación y control de las funciones motoras voluntarias que
hasta ahora no se había utilizado como lugar de implantación. Esta región
controla "nuestra intención de movernos, lo que podría lograr movimientos
[del brazo robótico] más naturales y fluidos", argumenta el investigador
principal, Richard Andersen, del Laboratorio Caltech. En estudios con animales,
se ha visto que "la corteza parietal posterior
transmite la intención de movimientos a la corteza motora y, a través de
la médula espinal, las órdenes del cerebro llegan a los brazos y las
piernas", encargadas de ejecutar la acción.
En
los pacientes como Erik, la lesión en la médula
impide la transmisión de la información desde el cerebro hasta las extremidades,
y ahí entran en juego los implantes neuroprotésicos. En los experimentos
realizados hasta la fecha, centrados en la corteza motora, para coger un vaso,
el paciente tenía que ir pensando por secuencias: elevar el brazo, extenderlo,
coger el vaso, cerrar la mano para sujetarlo... Un ordenador se encargaba de
descodificar los pulsos de electricidad de las neuronas cerebrales cuando el
paciente enviaba con su cerebro diferentes órdenes a sus brazos. Una vez trazados
estos algoritmos informáticos, se transmitían las distintas posibilidades a la
prótesis robótica diseñada, de forma que ésta reconociera cuándo la persona
activaba su corteza cerebral para hacer uno u otro movimiento (levantar el
brazo o girar la muñeca).
Ana
Zafra
En
julio de 2010, cuando medio planeta estaba pendiente del mundial de fútbol de
Sudáfrica, la bióloga española Silvia G.Acinas
luchaba contra vientos huracanados, rayos y truenos a bordo de un frágil
velero en ruta entre Madagascar y la sudafricana Ciudad del Cabo. Los cinco
científicos en el buque de vela tenían una misión más preciada que los
futbolistas de La Roja: estudiar el plancton, ese grupo de organismos
generalmente microscópicos que viven en suspensión en el océano. Cuando Iniesta
metió el gol de la victoria en la final frente a Holanda y el planeta gritó
gol, la mitad del oxígeno que respirara cualquier persona procedía del
plancton.
Acinas
y sus colegas levantan hoy su propio trofeo. En un número especial dela revista
Science presentan los resultados de su expedición, Tara Oceans, una odisea que
dio la vuelta al mundo durante más de 900 días e implicó a 126 científicos de
35 países diferentes. La bióloga y su equipo han detectado “al menos 35.000
especies diferentes de bacterias marinas y arqueas”, este último un grupo de
microorganismos de una sola célula poco conocidos pero que constituyen uno de
los tres dominios en los que se clasifican los seres vivos, junto a las citadas
bacterias y los eucariotas —formados por células con núcleo, como animales,
plantas, hongos y protistas—.
A
partir de 35.000 muestras recogidas en los océanos de todo el planeta entre
2009 y 2012, los investigadores han obtenido una base de datos con 40 millones
de genes de microbios marinos, el 80% de ellos desconocidos para la ciencia.
Laura Cobos
Los
aficionados a elaborar cerveza en casa con una pequeña destilería montada en el
garaje, ya saben cómo emplear levadura para convertir azúcar en alcohol
Educación investiga una explosión en una clase de
Química en Valencia
La
Consejería de Educación ha abierto un expediente informativo para determinar
las circunstancias del accidente acaecido el martes en el instituto José
Benlliure de Valencia, como consecuencia del cual resultaron heridas con
carácter leve una profesora y cuatro estudiantes de Educación Secundaria
Obligatoria.
Estefanía
Rama.
Un
compuesto a base de silicona, fabricado por una empresa mexicana, se ha
convertido en la solución para conseguir telas menos arrugadas y más fáciles de
secar. El proyecto comenzó en 2001, cuando una multinacional de suavizantes
sugirió a la compañía provista la necesidad de inventar un componente que
satisficiera las necesidades de sus clientes.
Jaime
Cano
DOMESTICAR
ANIMALES CAMBIA SU ADN
El
Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) ha
presentado los resultados de su estudio relativo a la domesticación de los
animales, en el que se expone que la domesticación
por parte de los seres humanos deja una huella en el ADN de los animales,
presentando los animales domésticos ciertas
variantes genéticas que afectan a determinados procesos biológicos como
el desarrollo facial, la coloración de la piel o incluso el cerebro.
Nieves
Quijada
La vida puedo empezar en el fondo del mar.
Es una de las grandes preguntas de la ciencia: ¿cómo empezó la
vida a partir de la materia inerte? ¿Qué encendió la chispa? Un equipo del University
College London (UCL) apunta a las fuentes hidrotermales de los fondos
marino, fenómenos normalmente situados en
zonas del planeta volcánicamente activas.
Según su estudio, publicado en Chemical Communications, compuestos muy elementales de la química orgánica, como el
metanol y el ácido fórmico, se pueden formar de modo natural en esas fumarolas
a partir del CO2 disuelto en el agua.
Lo explica Nora de Leeuw, directora del equipo: “nuestra
investigación prueba que las fuentes hidrotermales poseen las propiedades
químicas necesarias para que las moléculas orgánicas procedentes del CO2 se
recombinen y formen las moléculas asociadas a los organismos vivos”. El agua caliente y turbulenta de las fumarolas aportarían
la energía necesaria en el proceso.
Los químicos simularon las condiciones de estos peculiares ecosistemas con experimentos de laboratorio y modelos
informáticos procesados en los superordenadores británicos Legion y
HECToR. Así pudieron recrear qué ocurría cuando
interactuaban la grieguita (mineral formado principalmente por sulfuro
de hierro y que es abundante en la superficie de las fumarolas) con el CO2 en
el agua oceánica caliente y ligeramente alcalina.
La formación de sustancias
orgánicas simples en esas fábricas submarinas habrían dado paso a compuestos
más sofisticados capaces de autorreplicarse, el primer paso hacia la vida terrestre.
Paola Frías
Presentada
la galaxia más lejana descubierta
Una
galaxia “extraordinariamente luminosa”, según la calificación los científicos,
y situada a más de 13.000 millones de años luz de distancia, ha sido
descubierta por un equipo de investigadores de Estados Unidos, Gran Betraña y
Holanda que ha logrado medirla y caracterizarla con exactitud. Es la galaxia
más lejana que se ha medido jamás, afirman los astrónomos, que han utilizado en
este trabajo uno de los dos grandes telescopios Keck, de espejo de 10 metros de
diámetro, situadas en Hawai.
Lidia
García Yepes
Redescubriendo
al tesorero del faraón guerrero.
El
olvido era la verdadera muerte de los muertos. El rostro y el nombre eran las
señas de identidad de los antiguos egipcios, que deseaban vivir eternamente.
Las profusas inscripciones de la tumba de Djehuty, un funcionario
real que ejerció como tesorero de la reina Hatshepsut hacia el año 1470 a. C,
reflejan la obsesión de los miembros de la élite egipcia por ser recordados y
evitar que el paso del tiempo borrara su existencia y sus logros.
Pero
al igual que le ocurrió a Hatshepsut, el rostro y el nombre del escriba Djehuty
fue destruido hace 3.500 años de su enterramiento, situado en la necrópolis de
Dra Abu el-Naga de la antigua Tebas (actual Luxor). Desde hace 14 años un
equipo de científicos españoles liderado por José Manuel
Galán, investigador del CSIC,
intenta sacarle del olvido excavando y
rehabilitando su tumba.
Mari Carmen Nuño